«Le ha dado un ictus en el lugar donde uno querria que le diera: las urgencias de un hospital»
La Asociacion del Defensor del Paciente, con su Abogado Francisco Damian Vazquez Jimenez ha presentado en nombre de la familia una denuncia en los Juzgados de Antequera en nombre de los familiares de un paciente que sufrio un ictus esperando en la sala de espera de urgencias sin que ningun personal sanitario lo controlara ni se diera cuenta. Ayuda e informacion negligencias medicas Vazquez Abogados Telefono 952215859.
La familia denuncia al Hospital de Antequera por no atender durante cinco horas a un paciente de 44 años mientras sufría un ictus
Todo empezó por un dolor de cabeza. Ángel Burgos se tomó un
ibuprofeno y trató de seguir con sus ocupaciones en la empresa de
electrónica de Antequera donde trabaja como administrativo. Pero la
jaqueca no remitió y comenzó a sentir «mareos» cuando hablaba por
teléfono. Sus compañeros le aconsejaron que fuera a la farmacia a
tomarse la tensión. «Tenía 150/120», recuerda su cuñado BernardoReina,
por lo que en la botica le recomendaron ir al Hospital de
Antequera. Y así lo hizo. Al no encontrarse mejor, evitó conducir. Lo
llevó un compañero. Entró en urgencias a las 11.30 horas del día 11 y
fue atendido por el primer médico a las 12.07 horas, siempre según la
versión de la familia. «Le hicieron un análisis y un electro y le dijeron
‘siéntese ahí y desconecte el móvil’ (refiriéndose a la sala de espera de
pacientes), cuenta Bernardo.
Ángel se quedó allí, esperando el resultado de las pruebas. Su
compañero se marchó para volver al trabajo –«le dijo que lo llamara
al móvil si necesitaba algo», aclara el cuñado– y él siguió esperando
«cinco horas» durante las que sufrió un ictus. La familia, asistida por
el abogado Francisco Damián Vázquez, de la Asociación El Defensor
del Paciente, ha denunciado al hospital antequerano por «dejar
abandonado» al enfermo, de 44 años, cuando seguía en la sala de
espera.
Al ver que no tenían noticias de Ángel Burgos, su jefe en la empresa de
electrónica comenzó a llamarlo, pero su teléfono móvil estaba
permanentemente apagado, así que, alarmado, avisó a una de sus
hermanas para comprobar si le había pasado algo. La familia, que es
oriunda de Fuente de Piedra, se movilizó y llamó a hospital. Según la
denuncia, allí les dijeron que Ángel se había «fugado», que se había
marchado del hospital y no sabían nada de él; al parecer, lo habían
llamado por megafonía y él, evidentemente, no respondió.
«Pese a ello, cogimos el coche y fuimos a urgencias. Allí, otros
pacientes –dos personas de la zona que ahora son testigos en la
causa– nos dijeron que acababan de llevárselo». Eran ya las seis de la
tarde. Bernardo Reina continúa con el relato: «Según nos contaron
(los pacientes), una mujer de Mollina vio que Ángel estaba solo y que
no se encontraba bien, se lo dijo a otro hombre y este llamó a un
celador. Ahí fue cuando reaccionaron y vieron que no podía ni
sentarse en la silla de ruedas», detalla Bernardo, que asegura que su
cuñado (soltero y sin hijos) no fumaba ni bebía y, además, se cuidaba
bastante. «Fíjate si sería así que esta Navidad recuerdo que me decía:
‘Bernardo, la mahonesa mejor sin sal…’».
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Desesperada por la ausencia de noticias, una de las hermanas de
Ángel (son cuatro) se asomó por la puerta y vio cómo sacaban al
paciente en una camilla hacia la calle. «Salimos detrás y vimos que lo
iban a subir en una ambulancia. Le preguntamos a la enfermera qué le
ocurría y respondió que ella no nos podía decir nada. Ahí él estaba
consciente, porque al escuchar mi voz le dijo a la enfermera: ‘Es mi
cuñado’».
Lo llevaron a Málaga, al Hospital Regional Carlos Haya. «Nos dijeron
que había que operarlo inmediatamente. Había sufrido un ictus
isquémico. La intervención acabó sobre las tres de la madrugada; en
principio salió bien, pero no ha sido así. Está en coma inducido y,
cuando le retiran la medicación, no reacciona por sí mismo. Los
médicos no nos dan ninguna esperanza», explica Bernardo, que
interrumpe por unos minutos la conversación ante la llegada del
sacerdote, al que la familia avisó ayer tarde para que le diera el
sacramento de la extremaunción por su estado crítico.
La tristeza se mezcla con la indignación en las palabras del cuñado de
Ángel. «Esto no es normal en una sociedad como la española. Parece
propio del tercer mundo. «Él hizo todo lo que tenía que hacer y como
tenía que hacerlo. No cogió el coche, por si acaso, y fue a urgencias. Lo
sentaron allí y tardaron cinco horas en atenderlo con un ictus. Y todo
porque, al llamarlo por megafonía y ver que no aparecía nadie,
presumieron que se había ido. Y yo pregunto: ‘¿Acaso miraron en el
sitio donde le dijeron que debía quedarse (la sala de espera de
pacientes)? No lo entiendo. A mi cuñado le ha dado un ictus en el lugar
donde a uno querría que le diera, en caso de sufrirlo: las urgencias de
un hospital».
Repuesta del hospital
Por su parte, la dirección del Hospital de Antequera hizo público ayer
un comunicado en el que se indica que el jefe de la guardia informó a
la familia y le transmitió que tanto los profesionales de urgencias
como el centro lamentan lo sucedido. En la nota se dice que, tras
analizar la historia del paciente, la atención que se le ofreció se
ajustaba a la situación clínica que presentaba tanto en el momento de
su llegada, cuando se hizo el triaje por parte del personal de
enfermería, como tras su primera consulta médica, cuando se le
realizaron diferentes pruebas, unas de resultado inmediato y otras en
las que había que esperar a su procesamiento.
La dirección asegura que el estado general del enfermo no
desaconsejaba su permanencia en la sala de espera. La nota añade:
«Ni los síntomas que presentaba el paciente ni los resultados de la
exploración y pruebas realizadas hacían prever que pudiera sufrir un
accidente cerebro vascular».
El comunicado señala que «mientras está esperando los resultados,
una usuaria alerta de que un paciente permanece sentado y ‘con
tendencia al sueño’, por lo que rápidamente una profesional médico
lo valora y se activa el código ictus con posterior traslado al Hospital
Regional de Málaga, donde permanece hospitalizado».
La dirección del Hospital de Antequera precisa que la comisión de
seguridad del centro está recabando toda la información clínica y los
datos ofrecidos por los profesionales sanitarios sobre el caso para
seguir analizándolo con mayor profundidad. Y de ese modo se le ha
trasladado a la familia del enfermo.
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