Detenido inspector itv titulos falsos malaga. Vazquez abogados defensa penal tfno 609610197. La nómina de imputados en la ‘operación Eladio’ contra la trama de los títulos falsos sigue creciendo. Entre las últimas personas que han pasado a engrosar esa lista se encuentra un mecánico que, según la investigación, habría ejercido como inspector de la ITV con una titulación supuestamente falsificada.
El hombre prestó declaración en comisaría en calidad de detenido por los presuntos delitos de intrusismo y falsificación de documento, según confirmaron fuentes policiales. Tras el interrogatorio, quedó en libertad a la espera de ser citado por el juez que instruye el caso.
Las pesquisas revelaron que el arrestado, un joven de unos 25 años, supuestamente figuraba entre los clientes del presunto falsificador, que fue detenido por la Policía Nacional en 2008. La documentación intervenida en el registro de su domicilio permitió a los agentes seguir tirando del hilo para tratar de identificar a las personas que, al parecer, habrían adquirido los títulos.
Desde entonces, se han sucedido los arrestos e imputaciones de los supuestos compradores de diplomas. El pasado enero, SUR adelantó que el volumen de la operación se elevaba ya a 430 encartados, de los cuales 230 habían sido detenidos. Tres meses después, la cifra de arrestos en el ‘caso Eladio’ se acerca ya a los 400. El balance final se presume muy superior, ya que la policía investiga a más de 1.200 posibles clientes del presunto falsificador.
Segundo grado de FP
El mecánico, que fue detenido el pasado 23 de abril, supuestamente había trabajado en una ITV de la capital con una titulación de segundo grado de Formación Profesional que, aparentemente, le acreditaba como técnico en la rama de Mantenimiento de Vehículos Autopropulsados, y más concretamente en la especialidad de Automoción.
Y es que la ‘operación Eladio’ ha salpicado incluso a funcionarios de administraciones estatales, autonómicas y municipales. Algunos de ellos habrían entrado a formar parte de las plantillas de distintos cuerpos policiales. La mayoría de los organismos públicos afectados ya han empezado a tomar cartas en el asunto mediante la apertura de expedientes.
También hay numerosos empleados de empresas de seguridad que han desfilado por la comisaría como imputados por esta trama. Se les acusa de haber adquirido falsificaciones del título de Educación Secundaria (ESO) con el fin de obtener una autorización para ejercer esta profesión.
Los diplomas, que destacaban por la calidad de las falsificaciones, tenían diferentes precios en función de la escala educativa. Los títulos de Primaria, Graduado Escolar, Secundaria y Bachillerato podían oscilar entre 500 y 2.000 euros, mientras que los universitarios llegaban a alcanzar los 3.000 euros.