Condenan a la aseguradora del SAS por la muerte de un paciente
Un hombre de 76 años falleció por la atención incorrecta que recibió de varios centros hospitalarios
NEGLIGENCIAS MEDICAS CORDOBA
El Juzgado de Primera Instancia número 6 de Córdoba ha dictado una sentencia por la que condena a la aseguradora del Servicio Andaluz de Salud (SAS) por «un mal servicio sanitario prestado que se saldó con el fallecimiento de un anciano de 76 años», según notificaron ayer los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente, que han llevado el caso. La sentencia ya es firme al no haber sido recurrida.
La asociación explicó que los hechos se remontan al 9 de noviembre de 2011, cuando el hombre, habitante de Villanueva de Córdoba -donde era muy conocido por su dedicación a la vida pública municipal-, se cayó en la calle, sufriendo un traumatismo craneoencefálico. Esto motivó que fuera trasladado al centro de salud del municipio, «donde se conocía que se medicaba con Sintrom», un anticoagulante que incrementa el riesgo de hemorragias ante una simple caída y, por tanto, de hematomas. «Pese a ello e insistir la familia en que tomaba este anticoagulante», los profesionales del ambulatorio no le hicieron ninguna prueba, no lo remitieron a otro centro asistencial ni le retiraron el Sintrom. El facultativo que lo atendió, según incluye la sentencia, «no prescribió ninguna prueba radiológica o de diagnóstico en general, limitándose a efectuar la cura superficial de las heridas», tras lo que «derivó al paciente a su domicilio con la advertencia de que debía acudir nuevamente si experimentaba algún cambio en su estado de salud».
El Defensor del Paciente indicó que al día siguiente, 10 de noviembre, ocurrió «algo parecido» ya que el hombre, al no mejorar su estado, acudió al Hospital Comarcal de Pozoblanco donde «pese a la sintomatología que llevaba, y sin realizarle ninguna prueba, se ordena que siga tomando Sintrom». El día 11 le hicieron una resonancia que mostró que el paciente tenía un hematoma subdural agudo «consecuencia de la caída y de la nefasta asistencia posterior». Aunque lo trasladaron al Hospital Reina Sofía, donde fue intervenido, «el paciente jamás se recuperaría, falleciendo el 1 de febrero de 2012 por el hematoma cerebral».
El Defensor del Paciente no quiso revelar la cuantía de la reparación del daño a petición de la familia «al considerar que lo verdaderamente significativo es la condena a un sistema sanitario que actuó deficientemente».