La familia del linense, Pedro Guerrero, pide justicia: «Estoy muerta en vida porque mi hermano ya no esta»
Unos hechos que se remontan al 14 de marzo de 2021 y cuyo resultado más dramático fue el fallecimiento del linense, Pedro Guerrero, de 54 años de edad, por una presunta «negligencia médica»
VAZQUEZ ABOGADOS, especialistas en derecho sanitario tramita dicho caso Telefono 952215859.
NOTICIA PUBLICADA POR DIARIO AREA CAMPO DE GIBRALTAR
La familia del linense, Pedro Guerrero, pide «justicia» ante lo que consideran una «mala praxis» por parte del cuadro médico y sanitario que le atendió en el Hospital comarcal de La Línea.
Unos hechos que se remontan al 14 de marzo de 2021 y cuyo resultado más dramático fue el fallecimiento de este paciente por presunta «negligencia médica» según ha subrayado a Área, Francisco Damián Vázquez, abogado que lleva el caso y colaborador con la Asociación del Defensor del Paciente y por el que reclaman al SAS una indemnización de 210.000 euros.
«Estoy muerta en vida porque mi hermano con tan solo 54 años era mi otra mitad y ya no está». Aurora y sus padres están pasando un verdadero calvario desde la muerte de Pedro, 23 días en la UCI por una gastroenteritis que se convirtió en parada cardiorespiratoria «por no ser atendido correctamente». «No hay dinero que pague este dolor tan grande para la familia, a mi me ha dejado unas secuelas enormes, no veo la vida igual y mis padres ya no son mis padres por todo lo que les ha causado la muerte de mi hermano».
Enviado a casa
Ese 14 de marzo, Pedro llegó a Urgencias del centro hospitalario con un cuadro de malestar general con vómitos y diarrea, diagnosticándosele «una gastroenteritis sin que se le realizara ninguna analítica. Fue enviado de nuevo a casa con tratamiento para esta dolencia pero mientras tanto su salud iba empeorando a lo que le siguió un proceso inflamatorio urotelial».
Viendo que no mejoraba, el paciente volvió a acudir al Hospital donde en ese momento sí le realizaron las pruebas oportunas y en las analíticas le detectaron unos valores muy elevados en sangre y una obstrucción en el riñón izquierdo.
A partir de ese momento, Pedro ingresaba en la Unidad de Cuidados intensivos con un trágico desenlace que estaba ya muy cerca. «Al día siguiente le inyectaron varios medicamentos analgésicos y opiáceos según argumentaban desde el SAS debido al estado de agitación que presentaba. Después a mi hermano le vino una parada-cardiorrespiratoria con un deterioro neurológico del que ya no despertó, hasta fallecer a los 23 días de su ingreso». «Estaba con parches en la cabeza y me decían que no sabían lo que le pasaba, lo que le pasó es que con todos los medicamentos que tenía en el cuerpo, le provocaron un deterioro neurológico que le dejó KO», considera.
El día en el que falleció se dio la circunstancia que la maquina de diálisis que mantenía con vida a Pedro se averió «y no la sustituyeron, dejando a su suerte el desenlace final», afirma Aurora.
A juicio en marzo del próximo año
Fue la familia la que puso el caso en conocimiento de la asociación de defensor del paciente y de Francisco Damián Vázquez, quién presentó un recurso administrativo tras la falta de respuesta por parte del SAS. Dos años después, el juzgado de Algeciras ha admitido a trámite la denuncia y ya hay juicio para el próximo 2024. «Lo calificamos de mala praxis con una sobredosis de profobol, un sedante que le provoca paros cardiacos y afectación neurológica. Entendemos que hay un cúmulo de despropósitos que llevan al fallecimiento del paciente. Pedimos que se reconozca esa negligencia médica, otra más de las que se han producido en este hospital que también hemos llevado desde la asociación, verdaderos dramas».
Vázquez recuerda de la importancia de reclamar en el plazo autorizado. «Solo hay un año para reclamar y a partir de ahí y con la reclamación, se pueden tardar hasta ocho años. Por eso es bueno contar con un abogado especializado que presente la denuncia y asesore a la familia, en la web de la asociación contamos con toda la información que necesiten».
Tanto a Aurora como a sus padres, la única ‘recompensa’ tras la muerte de su hermano es que se haga justicia. «El dinero es lo de menos, lo que no queremos es que lo que le ha pasado a mi hermano se siga repitiendo. El caso del chaval en estado vegetativo o lo del chico con apendicitis… son casos muy similares, es una locura lo que pasa en este hospital y está claro que algo está fallando, insisto en que el dinero no es nada sino que haya buenos profesionales porque esto que le ha pasado a mi hermano nos puede pasar a cualquiera, y si no sirven que se dediquen a sembrar patatas», agrega.