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Piden 1,5 millones a un médico que no detectó daño cerebral en un paciente A
causa de este supuesto error médico la persona falleció por culpa de una
lesión ocupante de espacio en el cerebro
Los familiares de un paciente fallecido a causa de un LOE (lesión ocupante
de espacio) cerebral han reclamado 1,5 millones de euros en concepto de
indemnización al doctor que le trataba. Sus allegados entienden que el
facultativo que realizaba las revisiones anuales al paciente tuvo la
posibilidad de detectarlo en numerosas ocasiones y sin embargo no lo hizo.
El fallecido, piloto de profesión, acudía a la consulta del doctor
puntualmente cada año. Estas revisiones formaban parte de los exámenes de
aptitud que debe superar cualquier piloto para continuar disponiendo de su
licencia, los cuales eran superados con normalidad. Los familiares reconocen
que el fallecido presentaba un estado de ansiedad desde hacía algún tiempo.
Síntomas como fácil irritabilidad, dolores de cabeza muy asiduos o cambios
de humor frecuentes, señales que a menudo pueden relacionarse con este tipo
de patologías.
Los familiares reconocen que el fallecido presentaba un estado de ansiedad
desde hacía algún tiempo
La defensa del doctor ha declarado que éste llevaba tratando al paciente
durante muchos años y en todo ese tiempo nunca había evidenciado ningún
síntoma inequívoco de una lesión cerebral frontal, como puede ser la falta
de visión. Además, los abogados han indicado que el paciente fallecido nunca
reveló al doctor que sufriera cefaleas en ninguna de las ocasiones en las
que éste le trato, como así se puede comprobar en la historia clínica.
Esta evidente falta de información del paciente, en palabras de la defensa,
hacía imposible que el facultativo pudiera tan siquiera sospechar que era
susceptible de padecer algún tipo de patología de base, ni por supuesto que
fuera necesaria prueba diagnóstica alguna para descartar cualquier dolencia.
Los abogados del médico demandado han incidido en que éste no había tratado
al paciente fallecido como para poder detectar un tumor en el cerebro, sino
para evaluar clínicamente si superaba con éxito las pruebas de idoneidad
necesarias para el ejercicio de su profesión.
Diversos neurólogos consultados han declarado que la formación de un
gliobastoma de este tipo no es fácil de diagnosticar, más aun sabiendo que
su crecimiento puede llegar a ser extremadamente rápido, lo que hace
prácticamente imposible un diagnóstico en una fase temprana del tumor. En
cualquier caso, estamos hablando de una de las cuantías reclamadas más altas
de los últimos tiempos por presunta negligencia medica.